En vivo y en directo, con Jose Jones.


"- Y ahora. Aquí. En vivo y en directo. ¡El mismísimo Jose Jones!
- Bueno, yo sólo soy uno de los tres... (Por lo bajo). Buenas tardes público.
- Cuánto tiempo intentando concertar esta entrevista, por lo visto la identidad de Jose Jones, debido a su turbio pasado, era difícil de desvelar. Le rodean millones de acusaciones policiales y amenazas de muerte de madres y padres de sus fans más jóvenes.
- Bueno, algunas de esas acusaciones son infundadas. Se deben al miedo que produce la sola mención de mi nombre. Ya me acusan por todo.
- Eso esperamos todos, que salga todo muy bien. Por cierto, desde cuándo existe Jose Jones?
- Bueno, como ya he dicho.. Yo soy solo una tercera parte de lo que es Jose Jones.
- ¿Como es eso?
- Bueno, sí. Jose Jones somos tres personas. No soy solo yo. En definitiva es una mente mucho más compleja, difícil de cazar entera.
- Creo que no le entendemos.
- A ver, es muy simple. La complejidad de lo que inicialmente se concibió como Luas y sus Problemas es fruto de una mente de triple complejidad, no podía ser una sola persona. Jose Jones somos tres. Yo soy solo uno.
- ...
- ¡Váyase a la mierda usted subnormal! ¡Y a la mierda el público también! Arderán todos en vivo y en directo."

La mecha prende fuego y todo el teatro principal revienta en pedazos. La filmación en directo capta todo el momento de la ignición. Un estadio de fútbol se desmorona por la onda expansiva cuando el equipo local iba perdiendo. La ciudad se sume en el silencio absoluto y una tercera parte de Jose Jones sale caminando entre las ruinas camino a otra localidad. Es hora de ir a un motel y escribir la 6ª temporada de Luas y sus viajes y fracciones.

martes, 7 de febrero de 2017

Charlie

- Charlie. Charlie? Charlie! - Charlie seguía sin contestar.

- Charlie, me das el código fuente secreto? El de la conversación, el del secreto de Ro y Borja? - Intenta Luas de nuevo.

- No.

Charlie, que es sólo un robot de forma semihumanoide, expulsa por el orificio que simula ser su boca, un chorro de agua marrón sobre el asfalto. Es su forma de escupir, su forma de ridiculizar al otro. Luas no esta muy contento con la situación y empieza a chillar.

- Aaaaaaaaaaaah!! Charlie! Dame el puto código, dámelo! Dámelo!! - Luas pierde los estribos como siempre y se aleja de Charlie saliendo de la habitación, cerrando de un portazo.

Charlie observa el escenario a su alrededor. La habitación vacía, el código en su poder, Borja y Ro escribiendo a espaldas de Luas y Luas como un loco tratando de descifrar el código, y poder apuntarse a la fiesta. Pero no le estaba resultando facil, la seguridad cibernetica de Charlie estaba imposibilitando la interacción física, por lo que Luas no podía hablar con Ro ni con el Borja. Charlie era un simple trozo de metal que miraba a Luas y asentía a cualquier cosa que dijera, una inercia ridícula. Pero la cara de Charlie se mantenía sonriente, con los ojos abiertos y hablando sobre la luna, pero sin soltar una sola palabra acerca del código fuente para descifrar las ondas del pensamiento del Borja y de Ro, para piratear su imaginación y ver qué estan tramando.

- No! - Charlie sigue negándose a cooperar, chillando también, aunque Luas ya había salido de la habitación y ahora estaba solo.





Charlie observa el escenario a su alrededor. Ro y el Borja están siempre ocupados tramando problemas y eso le hace sentir bastante solitario. Siempre quiso participar y siempre se le dio de lado, salvo en una sola ocasión en la que tuvo la oportunidad de hablar y claro, con los nervios, no dijo más que estupideces repetidas de algun video en Youtube. En sus sueños cibernéticos siempre aparecía la imagen recurrente de la introducción de la serie, en la que se leía claramente "Charlie y sus problemas".




Era un auténtico desgraciado. El típico robot del que accidentalmente brotan sentimientos, por lo que su continua e infinita existencia se basa en envidiar a los humanos, un caso de libro. A veces pensaba...¿Cuando se acabará esta vida puta?....pero al momento caia en que ni siquiera estaba vivo, lo cual le deprimía aun más.


Decidió salir de la habitación. Aun sin un rumbo claro, decidió confiar en sus programadores y seguír su intuición pre-establecida. Aunque no tenía una forma exacta, para Charlie el destino era algo claramente real: Seguir vivo. Un programa sin función y una carcasa horrible, el único motivo por el que le crearon fue el de testear la revolucionaria batería infinita. Lo que fué todo un éxito inicial se convirtió en su mayor desdicha.




Aunque él no lo sentía, sus termómetros le indicaron que hacía frio. Decidió ir a comprarse una chaqueta pero de camino se paró en una panadería. Miró el escaparate y entre él mismo y la palmera de chocolate, en el reflejo,  se vio a si mismo y detras suyo, el culo de una chorba. Se giró y arrancó decidido, aunque no dio ni dos pasos antes de que un taxi le pasara por encima, separandole las "piernas" del resto de su "cuerpo". Su calentura metálica se la había jugado de nuevo. No era suficiente con su inmortalidad, ahora debería pasar la jodida eternidad sentado en una silla. ¿Como cojones iba a superar esta bajona? Cayó en la cuenta de que sin duda, su estado físico iria a peor con los años, hasta encontrar una supuesta ...¿"Muerte" por desgaste? Una sonrisa se dibujó en su rostro.


El conductor, que tras un buen derrape bajó del coche, se decepcionó al ver que la víctima no había sido un niño.
-Maldito robot, que haces ahi tirado, se te sale el aceite hijo de puta.
Charlie le observaba desde el suelo, sin decir nada y con cierta inquietud por el extraño hombre.
-Ven aquí- Continuó el señor - Te voy a llevar a mi taller de desguace, pasando la salida A32, y me voy a poner fino contigo. Te vas a cagar. La proxima vez que veas un culo te lo pensaras dos veces.  Por lo menos te construyeron un buen rabo que, debo reconocer, no puedo pasar por alto.


El pobre Charlie asintió. Le parecía un planazo.


Una vez en el coche, el desgraciado robot mutilado observaba ensimismado a los viandantes desde el asiento del acompañante. ¿Era quizá el inicio de una nueva etapa en su vida? El interior del taxi estaba totalmente forrado de cartas de strip poker con tipas y tipos desnudos. Había tantas que apenas se veían los tapizados ni los cristales. La luna delantera estaba ocupada por un poster antiguo de Luas y sus problemas en el que se veía a Estrella escapando de algo. Era bastante inquietante.

-Tu has visto Luas y sus problemas? - Pregunto el taxista - Es mi serie favorita, no me he perdido ningún capítulo desde que se emitió el piloto en 2009. La verdad es que el guión es acojonantemente bueno y la producción, exquisita. Aunque lo que más me ha enganchado, para ser sincero, es el personaje de Javichulo y su relación con el protagonista.


-No sabía que había una serie...-Mintió Charlie, queriendo evitar toda conexión con su vida pasada.
-Aha! Así que puedes hablar? Bien bien...deberías verla.
-Creo que paso de la serie. Soy más de libros. - Contestó el Charlie, ahora algo más animado - ¿Sabías que si escribes más rapido de lo que piensas salen cosas increiblemente excitantes? Sí, me refiero a textos complejos, algunos que hubieran podido resultarte impensables. Como decir que le afeitas el chocho a tu madre o te comes el grano del culo de un perro. Siempre acaba en sexo, perversión y guarradas de todo tipo. Es incontrolable...pero...quiere eso decir que por dentro, los humanos somos solo basura y mierda? Potencialmente sí, y no por eso dejamos de ser interesantes. Como decía el hijoputa de Camus, el hombre está en este mundo únicamente para vivir el absurdo, para aceptarlo y para sufrirlo con una sonrisa en la cara.
-Me gusta tu rollo.- Contestó el taxista, pensando que quizá el robot podría aportarle algo más que sodomía metálica en su zulo. - Mi nombre es Benjamin, Walter Benjamin. Me apasiona la historia y las pelis de putas.
- Mi nombre es Charlie...o eso es al menos lo que pone debajo de mi código de barras.
-Vaya por dios, creo que nos hemos pasado la salida A32. La verdad es que con ese rollo que has soltado antes me has dejado un poco loco. ¿Qué te parece si vamos a mi casa y en lugar de torturarte, nos dedicamos a colocarnos ya hacer algo creativo? No se... Escribir, pintar, hacer una peli. Ya sabes, generar en vez de consumir.


Charlie se dio cuenta al momento. - Si, el atropello le había dejado echo polvo físicamente y no había ningun problema en ello, puesto que ni le importaba ni sentía especial dolor. Parecía que con Walter Benjamin podria aumentar su capacidad sensible y explorar nuevos  caminos intelectuales. Si al final resulta que esta loco (cosa que creo que ya puedo confirmar) y se tuerce la cosa, se escaparía como pudiera o se adaptaría a lo que venga. Total como ya sabemos, nuestro pobre Charlie estaba hasta el coño de su inmortalidad.


*


La casa de Walter Benjamin estaba llena de historias. No cabía un alfiler. Aunque la primera impresión era de un dramático caso de síndrome de Diogenes, se podía observar que todos aquellos objetos o fracciones de objetos estaban elegidos con cierto gusto.  No había muebles ni cuadros, tan solo partes de ellos, combinados en un amalgama de pedacitos que de alguna forma homogeneizaba el contenido de la habitación.


En la cocina, el horno encendido con unas frankfurts carbonizadas y una pila de platos sucios, todos diferentes, hasta el techo. Unas luces de colores eran la única iluminación artificial, aunque por la ventana entraba un suave halo de luz atravesando el cristal, compuesto de 6 paños distintos.


Charlie no se mostraba especialmente sorprendido. Su casa, si la tuviera, posiblemente seria un desastre como tal. Le gustaba este rollo. Para sus adentros pensaba en lo extraño de la situación, pero dado que lo ordinario le repugnaba, se sintió cómodo. Se preguntaba que cual sería el plan andaría tramando Walter. Nadie había hablado desde que llegaron al chabolo. Walter Benjamin observaba la reacción de Charlie ante las diferentes colecciones de objetos.


-¿Cómo te sientes? - Preguntó al fin Walter.
-Me siento como una rosa. Me parece que tu casa es muy acogedora.
-Me alegro. O la amas o la odias. Yo por lo general la odio, pero más odio otro tipo de casas. Aunque hay un cuarto que aun no te he enseñado.


Charlie el robot le sigue a través de un pasillo con las paredes alicatadas hasta llegar a un cuartucho a oscuras en el que solo se ve un sillon giratorio.


Walter enciende la luz y desvela el contenido de la habitación. Mucho más grande de lo que parecía a primera vista y de forma circular, está repleta, a modo de altar, de todo tipo de merchandising de la serie. Posters, libros, muñecos de acción del Nigrojaque, las cintas eróticas de Miki, los diarios secretos de Jose Jones... y apoyado sobre un pequeño almohadon de seda dorada, el huevo perdido de Javichulo. Aprieta un boton y se proyectan escenas salteadas de la serie sobre la pared.


-¿Sabes?...lo único que me interesa es tu moño. - Declara Walter. -  Por que no nos ponemos cómodos y nos relajamos. No hay ninguna prisa, así que si te motiva, podríamos pegarnos una maraton Luas y sus problemas.


"Ahora esto...". Pensó Charlie, ya hastiado del protagonista de esta horrible historia. Walter le leyó el rostro al instante.


-¿Acaso no te gusta Luas? ¿Es que has perdido el juicio?
-Ya te dije que no la he visto.


La cara de Walter Benjamin se ensombreció de repente. Se escucho una música aguda de película de tension.


-Escuchame mi pequeño robocop. Pareces buena gente, me has caido bien desde el principio y parece que estas lleno de piezas interesantes para mi colección. Quiero divertirme contigo. Pero hay algo que me molesta. ¿Acaso crees que no se que mientes en cuanto a Luas y sus problemas?
Desgraciado. Te vi salir de la sede y por eso te atropellé con el coche. Pensé que en tu interior podría encontrar algo digno para mi colección. No te hagas el longuis.
-Mierda.
-Qué?
-Que mierda, que qué putada. A ver Mr. Benjamin. Lo reconozco, sí que he visto la serie. Es más, he salido en ella e incluso he sido guionista en algunos momentos.¿Acaso no has visto Luas y su problema secreto? El primer capítulo del segundo tomo? Si tan fan eres, deberías haberme reconocido.
Walter Benjamin tenía la polla en la mano y los ojos como platos. No daba crédito. Su colección estaba llena de cosas valiosas, pero nunca había tenido a un verdadero personaje de la serie ahi dentro.
-Dios mío!-  Exclama Walter mientras se corre, salpicandole los ojos a Charlie. - Esto si que nó me lo esperaba. Entonces, oooOOOOOhhhhhh - Antes de terminar la frase cae al suelo de rodillas con los ojos en blanco y temblando de arriba a abajo. Se mantiene en esa postura mientras Charlie trata de quitarse el semen que le impide la visión sin éxito ya que sus brazos mecánicos no tiene codo y son demasiado largos. Súbitamente Walter recupera la compostura y se levanta de un brinco. - Entonces es cierto! Va a haber más Luas y sus problemas y hay un Segundo tomo en desarrollo, dime robot de mierda, cuándo se van a emitir los nuevos capítulos?

Walter comienza a dar saltos de un lado a otro de la habitación, tirando por el suelo una figura de cartón de Javichulo a tamanyo real y riendo a carcajadas se abalanza sobre él y empieza a besarle en la boca. Charlie, que ha recordado como activar sus limpiaparabrisas sigue sin entender la escena, y no es que le parezca tan extranyo que un pobre taxista loco esté besando un trozo de cartón, lo que no puede entender es que se monte tanto revuelo por el Segundo tomo, cuando según su conocimiento hace 4 meses que salió a la venta del décimo tomo, recaudando millones en Oceania y siendo un completo fracaso de nuevo en Europa. Sin embargo Charlie era consciente que debido a su inmortalidad el tiempo era algo difícil de comprender, así que decidió darle una oportunidad al viejo que tenía delante, de nuevo con la polla en la mano y dando vueltas sobre sí mismo como una gata en celo.

- Senyor Walter. - Ni puto caso. - SENYOR WALTER!!! - Ni puto caso otra vez, así que Charlie extiende uno de sus brazos hasta entrar en contacto con el pie del taxista y suelta una pequenya descarga. O no tan pequenya, ya sin emitir ni un sólo sonido el hombre yace muerto boca arriba con la polla tiesa y un chorrillo de sangre y corrida brota de la punta descendiendo lentamente hasta comenzar a crear un charco en el suelo. La consistencia y color recuerdan a la salsa rosa.

Charlie no siente lástima, primero por su carencia de sentimientos hacia los demás, y segundo porque aquel "amable" senyor había ya amenazado varias veces con sodomizarle, y la verdad, un psicópata menos en el mundo no podían ser malas noticias. Lo jodido iba a ser salir de ahí sin piernas y sin ayuda, pero ya se las arreglaría. No era la peor situación en la que se había encontrado, o en la que todavía se iba a encontrar - un rápido vistazo a su alrededor le heló el aceite de los circuito, colgado de la pared entre todo el desorden de posters y recortes de periódico había un calendario, marzo 2017, Luas y Javichulo abrazados mirándose a los ojos. Cómo sabía que no era una antiguedad? Pues debido a sus sensores era capaz de detectar la edad del papel, y había una nota sobre día 4 "Cita con el oculista, llevar las gafas", y la tinta de boli también era reciente.
El decubrimiento de la fecha desplegó ante él (él? Ello?) la línea del tiempo donde no había pasado ni futuro, si no una simple y única misión continua: Salvaguardar el código secreto. Luas lo estaría buscando hasta su último suspiro. Charlie lo sabía y como ya hemos dicho, estaba harto del protagonista de la serie.




Cayó en la cuenta de que necesitaba salir de allí. Escapar de Europa. Decidió que emprendería su ruta, atravesaría los pirineos y entraría en España por Catalunya. Cruzaría la península y desde Portugal atravesaría el atlántico, parándose por supuesto en Lanzarote, para acabar escondiendose en America. Quizá allí, donde triunfa todo lo pop, conseguiría producir su propia serie.


Miró a su alrededor en busca de cualquier cosa que le sirviera para desplazarse. Unas ruedas, un carrito, algo. Tras arrastrarse durante un buen rato, se paró a pensar con la mirada perdida. Miró el cadaver de Walter Benjamin y lo vio "to" claro.


Gracias a su gran fuerza mecánica, poco le costó separar el tronco inferior del resto del cuerpo. Sin prisa pero con pausa, y con bastante esmero, fue anudando los diferentes tendones sueltos con los cables que sobresalían de su cuerpo. Muñon contra muñon, bien apretadito. Good cable management.  Bastante asqueroso, pero con bastante buen rollo en el ambiente. Como buen ser electromecánico que era, disfrutaba de una buena sesión de bricolaje orgánico. Recordó por un momento su primer encuentro con Walter, cuando éste le dijo que le llevaría a su desguace para ponerse fino con su cuerpo robótico. Vaya vueltas que da a veces el destino.


Se levantó torpemente y dió unos primeros pasos por la habitación. Se paró ante un espejo, sonrió y se puso a hacerse posturitas sexys y a tirarse besitos a si mismo, con cara de pícaro. Una extraña y nueva sensación le recorrió las piernas hasta llegarle al pito.  Le gustaba.


-Uau... Así es como se siente ser humano. - pensaba rascándose los huevos.


No tuvo ninguna duda, le gustaba mucho, como si se acabara de encontrar a si mismo. Sin prejuicios, se dejó llevar por las ideas que le venian a la cabeza. Vestirse de hombre sería la respuesta a todas sus dudas existenciales. Se acercó a lo que quedaba del cadaver y poco a poco fue arrancando pequeños fragmentos de Walter Benjamin para ir pegandoselos con celo por todo el cuerpo. Al cabo de unas horas, tenía su vestido totalmente acabado.
No podía parar de mirarse en el espejo, cual pintor que observa sorprendido una buena obra, sin dar crédito de su propia autoría. A su parecer, estaba monísimo, así bien parcheadito, parecía un traje de "Desigual". Muy trendy..


-Mi nombre es Walter Benjamin. Mi nombre es Walter Benjamin. Mi nombre es Walter Benjamin!




Una mirada de seguridad sin precedentes se le postró en la cara. Ahora sí. Dijo para sus adentros. Se puso unas bragas, unas deportivas y emprendió decidido su nuevo camino.


No había recorrido dos calles cuando se le acercó un hombre. Era Luas, que no parecía haberle reconocido. Se dirigió al robot.
-Disculpe señor, ¿sabría usted indicarme como ir a la iglesia?
-Mi nombre es Walter Benjamin!
-Disculpeme de nuevo caballero, no pretendía molestarle, estoy buscando la iglesia para confesarme. Creo que va siendo hora. Usted tiene pinta de alemán decente. Sería tan amable de acompañarme?


Walter, en su confusión-pánico, asintió con la cabeza.


- Es usted de por aquí?- le preguntó Luas mientras caminaban.
- La verdad es que nací en Córdoba, pero hace una eternidad me mudé por estos lares y aquí encontré la paz que buscaba.
- Pero hace cuanto de eso?
- No lo sé, no consigo entender el tiempo, para mí todo está ocurriendo en el ahora, que es infinito. El pasado y el futuro poco significan para mí, los veo uno al lado del otro desplegados, con la única dirección del sentido humano de la flecha del tiempo.
- No te entiendo.
- Para mí, mi nacimiendo en Córdoba está aquí - Walter, mueve su brazo mecánico sin codo, cubierto de trozos de piel y carne, y apunta a algún lugar en el horizonte. - El décimo tomo de Luas y sus problemas está aquí. - Con el sonido típico de una máquina vieja, chirriando y haciendo crack, Walter mueve su brazo unos 2 grados hacia la derecha. - Y mientras te explico todo esto estamos aquí también. - El brazo de Walter no se mueve esta vez mientras gira la cabeza cuadrada hacia Luas. - Todos esos momentos comparten el mismo "cuándo. Entiendes?
- Un momento, has dicho el décimo tomo de Luas y sus problemas?
- Uf, eres un subnormal, voy a tener que dejar esto para otro momento, schhss.

Un cortocircuito en la memoria temporal de Charlie le hace rebrotar recuerdos que nunca ha tenido.
Está viviendo en una época dónde los robots están siendo tratados cómo animales en el siglo XX, cómo basura. Esto le ha puesto de mala uva y se queda pensando por un momento en el mar de posibilidades que puede surgir ahora.

Por otro lado, Luas harto de esperar respuesta del robot que se ha quedado colgado, empieza a caminar en dirección del brazo de Charlie que se ha quedado estático a ver si encuentra la iglesia...

- Espera, ya lo tengo. - vuelve en si Charlie cuando ve que Luas se está marchando. - ¿De verdad eres Luas?
- Por supuesto que no, soy su copia número 731088-D, versión Omega-3 y Omega-6, bien cargadito.
- ¿Cómo? ¿Qué? - los circuitos temporales de Charlie están hirviendo, parte de lo que sabía se ha borrado y parte de lo que no existe se está creando de nuevo. La simbiosis con la carne humana de Walter Benjamin está produciendo un efecto secundario en su mente.
- A ver, no te voy a explicar toda la historia vulgar androide de pacotilla... deberías revisar la enciclopedia de Luas y saber que él se fue de viaje a otra dimensión cuando se fue al espacio y aún estamos esperando que vuelve, si vuelve...
- Explicate, ¿me puedes hacer un resumen?
- Soy una copia del escaneo que se hizo de Luas en 2018 antes de que fuera lanzado al espacio exterior con su tripulación en un intento de conquistar el espacio cuando ya lo había conseguido todo en el planeta con su serie "Luas y sus problemas". Nosotros hemos avanzado cómo humanidad y ya estamos en la segunda era de la robótica dónde los robots empiezan a convivir con los humanos de tu a tu, por su parte, Luas deberá estar por allí de visita en otros sistemas, vete tu a saber, nosotros perdimos la comunicación después de que saliera del Sistema Solar. Soy afortunado de ser una copia de Luas, cómo androide me ha tocado la lotería, jejeje.
- ¿Y que crees que va a pasar conmigo?
- De momento, vas a recibir una pregunta.
-¿Una pregunta?
-¿Dos preguntas?
-Dispara.
-Primera, ¿Dónde coño está la iglesia?
-Ya te he dicho que por ahi - Charlie repite el mismo gesto inutil (Debido a la mala calidad de producción, los fragmentos de Walter Benjamin han ido despegandose durante el transcurso de la conversación)


El Luas 731088-D, que ha heredado la poca paciencia del Luas original, levanta a Charlie del cuello violentamente.
-Segunda, hijo de puta. ¡¿Dónde está el maldito código secreto?!


Charlie quisiera morir, ya, de una vez por todas. Decide que qué más dá y dice:
-Ya me la suda. ¿Quieres encontar a Ro y al Borja? Los sorprenderás follando. Apunta:


Tanto Luas como sus secuaces no tenian ni el más mínima idea de lo que allí sucedía. Luas y sus problemas es una farsa. Los personajes de la serie vivian como si fueran personajes de la serie. Los actores, en su vida real, vivian como si fueran actores en su vida real. El sacerdote y el Nigrojaque, el faisán dorado el cojon de Javichulo, las tortillas voladoras, Luis Ruiz, las historias de personalidad múltiple, los titanes y los doce elementos y sobretodo el personaje de más importancia,Jose Jones, se sincronizaban en uno. Todos somos uno. Tu y yo somo uno, y nos encontramos entre tapa y tapa. Luas y sus problemas, era un novela.

Para Charlie, soltar el mensaje fue una liberación. Felizmente y habiendo cumplido su misión,  sacando chispas y a haciendo estúpidos ruidos de módem e impresora viejos, Charlie se apagó para siempre.


Luas 731088-D deja caer el chasis al suelo y se va a la iglesia. Se sienta en la primera fila frente al altar y reza:


-Querido Luas, si me escuchas, hazme una señal.


El cura mira a Luas 731088-D con ojos de ternura y le hace una señal.


-Querido Luas el original. Tengo el código.

El cura le hace un gesto para que prosiga.

-Somos una novela, somos un buen tocho.

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