Los momentos siguientes a la escena del jacuzzi
fueron de una brutalidad difícil de describir. Los chatarreros domingueros
oportunistas no eran tan solo chatarreros, domingueros y oportunistas, sino que
eran además unos psicópatas violentos sin el más mínimo ápice de empatía hacia
la humanidad, aun menos si tenían ante sí la oportunidad de desvalijar un
edificio entero en domingo.
Confundían la carne de nuestros protagonistas con
las tablas de madera y les intentaban arrancar las cosas de sus sitios. Algún
desgraciado destrozó a mordiscos una de las principales columnas de carga. Como
un relámpago que anticipa al trueno que ha de venir, un rugido a modo de
lamento jurásico recorrió todo el espacio, anunciando el colapso del edificio.
No hizo falta explicación. Todos los allí
presentes comprendieron al momento que sus vidas, por abstractas y eternas que
parecieran, dependían directamente de sus blandos cuerpos que, en ese preciso
instante se encontraban debajo de
innumerables toneladas de cemento, metal, cristal y demás materiales de
construcción.
Tanto los chatarreros domingueros oportunistas
como nuestros héroes dejaron lo que estaban haciendo y en un chute de
adrenalina que como buena droga disfrutaron, intentaron largarse del lugar.
Como animales se pisoteaban los unos a los otros. Los primeros en caer al suelo
no duraban más de unos segundos sin quedar despedazados y los pocos que
lograban salir eran atropellados por cruzar corriendo la autopista en frente
que había justo en frente de la sede de Luas y sus problemas.
Tras un
definitivo crack y una nube de polvo, el edificio se desplomó generando
una onda expansiva que lanzó cientos de cuerpos a kilómetros de distancia.
Todo lo que le quedó a los pocos supervivientes
fue un intenso pitido en los oídos y una importante dosis de amnésia.
*
Ro se descubrió a si mismo tirado en la calle,
apenas recordando su nombre, lleno de arañazos y medio metido debajo de la
rueda de un coche.
-¿Se acabó?- no se lo creía. Aún sumergido en la confusión del momento, la última frase del capítulo anterior resonaba como un eco incapaz de dispersarse en su cabeza.
-¿Se acabó?- no se lo creía. Aún sumergido en la confusión del momento, la última frase del capítulo anterior resonaba como un eco incapaz de dispersarse en su cabeza.
-¿Qué es lo que se acabó? ¿La serie? ¿La vida? ¿El
libro? ¿Qué sentido podría tener un Final si bien sabemos que tan solo es la
cara de una moneda cuyo reverso delata un inicio?
Me niego a aceptarlo. ¿Quién soy yo y quiénes son estos colegos? Podría aceptar un final personal, quizá un final grupal pero… ¿un Final?
Me niego a aceptarlo. ¿Quién soy yo y quiénes son estos colegos? Podría aceptar un final personal, quizá un final grupal pero… ¿un Final?
Miró a su alrededor y ni zorra de dónde estaba.
Quizá solo necesitaba relajarse un poco y poner sus ideas en orden. Hacía ya
unos años que no era un crio y poco a poco, con los años, fue haciéndose más y
más consciente de que el pasado es algo que no se puede cambiar y de que las
consecuencias siempre se pagan en tiempo presente. Y esta consciencia es la que
presiona al presente para intentar, a traspiés, solucionar un futuro que nunca
llega. Ya sabía por propia experiencia que de poco servía dejarse llevar por el
pánico.
Decidió caminar, pero en el preciso y aleatorio
momento entre la decisión y el primer paso, se cansó de mirar atrás y adelante.
Miró hacia arriba y luego se miró los pies.
Con la mente en blanco y la mirada clavada en la
punta de sus zapatos, sus sensores biológicos comenzaron a desbaratarse. Sus
cordones rojos en contraste con el gris del asfalto le produjeron una gran
experiencia visual. Sentía en su piel los colores, que sonaban a tono con los
latidos en su pecho. Algo iba mal y probablemente era la falta de buenRo.
Miraba hacia los lados y no conseguía distinguir nada.
Intentó relajarse y respirar. Se acercó un hombre
preocupado por la cantidad de sangre de su ropa.
En el momento en que el tipo con pinta de policía
de paisano se le acercó, Ro volvió un poco en sí mismo y le dijo que no se
preocupara, que solo se trataba de un tres catorce y que tenía derecho a
ayudarle y que por su propia seguridad, lo hiciera.
El policía se identificó como el Agente Banana y
con una sonrisa se declaró a su servicio. A Ro le sentó bien un poco de compresión
y peloteo. Aunque seguía un poco desubicado, sus sentidos estaban recuperados
casi al completo y con ellos volvió la consciencia de su propio cuerpo. Estaba
reventado. Como un flashazo apareció la locura de los oportunistas domingueros
y el colapso del edificio. Se alegró de estar vivo, sin duda no quería haber
muerto en su última guardia antes de su jubilación.
Miró a Mr. Banana y le pareció curioso que un
policía que ya de por sí tenía un nombre bastante ridículo, llevara una camisa
tropical con el ridículo a juego de su nombre. Quiso reírse un poco, pero le
dolía todo.
-Por favor. Necesito urgentemente un médico que me
ayude con este desmadre. Tengo un desajuste físico que voy sintiendo in crescendo.
Acostumbrado a cumplir órdenes, el Agente Banana
levantó a Ro en brazos y lo metió en un carrito del Lidl que se encontró allí
mismo.
-Ya sé pa onde vamo. Conosco un fisio de puta
madre que hase verdadero milagro. Te pega cuatro crujio y te queas mu papi.
No tardaron mucho en llegar. La clínica era un
tanto especial ya que parecía una casa. Al tocar el timbre venía a recibirte,
como a un invitado, el fisioterapeuta que iba a tratarte. No había recepción,
sino un espacio muy luminoso lleno de macetas con plantas de todos los países y
una mesa redonda de comedor en el centro.
-Mi nombre es Guy- Se presentó el huésped. –En un
momento estaré con vosotros, por favor, estáis en vuestra en casa, allí tienes
la máquina de café. Help yourself!
Mr. Banana aparcó a Ro en una de las sillas y
comenzó a inspeccionar las cápsulas de Nespresso.
-¿Qué buen rollo por aquí, no te parece?
-Tiene usted razón. Lo parece. Pero, ¿se ha dado usted cuenta de que el individuo no ha mostrado su identificación y de que no tiene su placa homologada con el número de registro del colegio de fisioterapeutas? Honestidad, compromiso, lealtad, respeto, justicia y disciplina. Eso es lo que le pido yo a un fisioterapeuta. Manténgase alerta señor Banana.
-Tiene usted razón. Lo parece. Pero, ¿se ha dado usted cuenta de que el individuo no ha mostrado su identificación y de que no tiene su placa homologada con el número de registro del colegio de fisioterapeutas? Honestidad, compromiso, lealtad, respeto, justicia y disciplina. Eso es lo que le pido yo a un fisioterapeuta. Manténgase alerta señor Banana.
Mr. Banana asintió y puso cara de tipo duro,
intentando disimular su sorpresa al ver como un ciudadano de a pie le corregía
en sus labores policiales.
-Tranquilo loco que es coleguita mío del barrio tío,
que es de toa la vida, es un tío
legal loco, ya verás…-
Le interrumpe Guy al entrar al salón-recepción.
-Bueno, tú pareces el hechopolvo del grupo. Venga, levántate y sígueme.
-Pero…no puedo caminar…
-Créeme. Esta mierda de tetraplejia fingida está en tu cabeza. Sígueme.
-Pero…no puedo caminar…
-Créeme. Esta mierda de tetraplejia fingida está en tu cabeza. Sígueme.
Dicho y hecho. Ro se levanta y aunque cojea dos
pasos, en seguida camina perfectamente. Le siguió caminando por el pasillo y
entraron en una de las habitaciones. Todas las paredes del lugar eran de
cristal, sin duda, algo místico y sanador se respiraba en aquella clínica.
Mr. Banana se había quedado fuera, flirteando con un cliente cubano que acababa de llegar, por lo que Ro se quedó a solas con Guy. Al entrar en la habitación y con el subidón de la recuperación, se golpeó enérgicamente el pecho y haciendo ruidos de mono comenzó a hacer sentadillas frenéticamente.
-Ya sabes que hay que hacer ejercicio regularmente, y mantener una dieta sana. Llevo toda la serie cuidando castigando mi cuerpo. Sin duda, al ver que la serie se acababa, mi sistema inmunológico se ha relajado y se me han caído 20 temporadas encima. Pero he renacido y ha sido gracias a ti.
Mr. Banana se había quedado fuera, flirteando con un cliente cubano que acababa de llegar, por lo que Ro se quedó a solas con Guy. Al entrar en la habitación y con el subidón de la recuperación, se golpeó enérgicamente el pecho y haciendo ruidos de mono comenzó a hacer sentadillas frenéticamente.
-Ya sabes que hay que hacer ejercicio regularmente, y mantener una dieta sana. Llevo toda la serie cuidando castigando mi cuerpo. Sin duda, al ver que la serie se acababa, mi sistema inmunológico se ha relajado y se me han caído 20 temporadas encima. Pero he renacido y ha sido gracias a ti.
-Me alegra haber sido de ayuda. Bastante tengo con
aparecer en la serie y no haber sido víctima de ningún tipo de violencia.
-No te preocupes, yo me preocuparé de que eso no ocurra. Como bien sabes – dejó de hacer sentadillas para comenzar con las flexiones- la fisioterapia es la pasión de crear movimiento con la mente y el cuerpo…pero sobretodo, con el corazón.
-No te preocupes, yo me preocuparé de que eso no ocurra. Como bien sabes – dejó de hacer sentadillas para comenzar con las flexiones- la fisioterapia es la pasión de crear movimiento con la mente y el cuerpo…pero sobretodo, con el corazón.
Guy se sintió al momento más seguro, aunque al
escuchar la palabra corazón, algo reverbero de forma extraña.
-Ro…- comenzó- temo decirte que aún no estás
curado por completo.
-¿Cómo así?...he hecho ya todos mis ejercicios de Williams y Kegel.
-Tu afección física está completamente curada. Es algo más… algo en tu mente es lo que me inquieta…algo que no consigo identificar. ¿Te has sentido últimamente perdido y sin rumbo?
El tema parecía haber dado en el clavo, ya que Ro cambió su cara al instante.
-Cierra los ojos- dijo Guy – Y cuéntame que te pasa.
Tan pronto como Ro le hizo caso, activa la grabadora de su móvil y sale del cuarto.
-Reconozco que hay algo que no anda bien. – Comienza Ro - Hay veces, sobre todo cuando estoy solo, que no me reconozco a mí mismo. Me pierdo en el instante y nada de lo que pienso tiene sentido. Pierdo la causa, la consecuencia, la forma y la función. ¿Cómo voy a evolucionar si no entiendo lo que pienso? ¿Cómo conocerme a mí mismo si no acabo de distinguirme de las paredes? ¿Qué es ser Yo y donde acaba? Todos sois Alguien, pero es imposible para mí…jamás seré Alguien.
-¿Cómo así?...he hecho ya todos mis ejercicios de Williams y Kegel.
-Tu afección física está completamente curada. Es algo más… algo en tu mente es lo que me inquieta…algo que no consigo identificar. ¿Te has sentido últimamente perdido y sin rumbo?
El tema parecía haber dado en el clavo, ya que Ro cambió su cara al instante.
-Cierra los ojos- dijo Guy – Y cuéntame que te pasa.
Tan pronto como Ro le hizo caso, activa la grabadora de su móvil y sale del cuarto.
-Reconozco que hay algo que no anda bien. – Comienza Ro - Hay veces, sobre todo cuando estoy solo, que no me reconozco a mí mismo. Me pierdo en el instante y nada de lo que pienso tiene sentido. Pierdo la causa, la consecuencia, la forma y la función. ¿Cómo voy a evolucionar si no entiendo lo que pienso? ¿Cómo conocerme a mí mismo si no acabo de distinguirme de las paredes? ¿Qué es ser Yo y donde acaba? Todos sois Alguien, pero es imposible para mí…jamás seré Alguien.
Al borde del ataque de pánico, abre los ojos para
encontrarse solo y pegar un alarido de desesperación. Guy entra de inmediato y
Ro se desploma sobre él llorando desesperadamente.
-Disculpa que te haya hecho pasar por esto – dice Guy- pero era necesario para aclarar mi más temida sospecha. Ro, creo que padeces el complejo de la nula personalidad, y solo hay una forma de solucionarlo. Necesitarás crear artificialmente algo que por lo general la naturaleza hace por sí misma, y para eso, deberás emprender tu viaje. Mi amigo Herman Hesse dijo una vez: “Quién no encaja en el mundo, está siempre cerca de encontrarse a sí mismo”. Al no tener un ‘ti mismo’, encajas demasiado con el mundo. La gente te ama pero quizá es exclusivamente porque se aman a sí mismos. Ánimo compañero, viaja y no para encontrarte, sino para crearte. Constrúyete a ti mismo ya que solo eres una de las ruedas de tu triciclo. Viaja porque el cambio es creación. Recorre tu camino escuchándote a ti mismo en cada paso y fuma mucha droga. El viaje puede ser violento y sexual, místico y abstracto, planeado o inesperado. No te preocupes, concéntrate solo en el siguiente paso. Ale, que te jodan, déjame en paz y lárgate ya. ¡Buen camino!
-Disculpa que te haya hecho pasar por esto – dice Guy- pero era necesario para aclarar mi más temida sospecha. Ro, creo que padeces el complejo de la nula personalidad, y solo hay una forma de solucionarlo. Necesitarás crear artificialmente algo que por lo general la naturaleza hace por sí misma, y para eso, deberás emprender tu viaje. Mi amigo Herman Hesse dijo una vez: “Quién no encaja en el mundo, está siempre cerca de encontrarse a sí mismo”. Al no tener un ‘ti mismo’, encajas demasiado con el mundo. La gente te ama pero quizá es exclusivamente porque se aman a sí mismos. Ánimo compañero, viaja y no para encontrarte, sino para crearte. Constrúyete a ti mismo ya que solo eres una de las ruedas de tu triciclo. Viaja porque el cambio es creación. Recorre tu camino escuchándote a ti mismo en cada paso y fuma mucha droga. El viaje puede ser violento y sexual, místico y abstracto, planeado o inesperado. No te preocupes, concéntrate solo en el siguiente paso. Ale, que te jodan, déjame en paz y lárgate ya. ¡Buen camino!
Y lo despacha de una colleja quiropráctica. Aun
con lágrimas en las mejillas, Ro llega al salón para encontrarse una perturbada
escena de sexo entre mandingos. Mr. Banana, sorprendido por su nuevo amigo,
pierde la calentura y se pone literalmente áspero. Se sacó a su amigo de dentro
y se puso firme y en posición.
-¿Que fue?
-Me largo de aquí Mr. Banana. Mi servicio ha concluido y mis problemas son mentales. No soy digno patrullar contigo por estas calles. Mi viaje comienza ahora.
-Pero…. ¡Necesitarás mi ayuda! Piénsalo compadre, aunque inspirador, eres un flacucho. Permíteme acompañarte, no te molestaré. Seré tu humilde remolque y te llevaré la maleta. Lo único que pido a cambio es que mi nuevo novio venga con nosotros.
-No lo sé…se supone que es un viaje espiritual. Aunque cierto es que te quiero mucho y ya me he acostumbrado a ti a esta altura de la historia. Me daría bastante pena finiquitarte el contrato ahora ya que además, puedes ser un personaje con fuerza para la historia. En cuanto a tu maromo, por lo poco que sé, te ha estado dando la caña que necesitas. Oh mi Banano, si conmigo has de venir, te quiero bien satisfecho.
-Me largo de aquí Mr. Banana. Mi servicio ha concluido y mis problemas son mentales. No soy digno patrullar contigo por estas calles. Mi viaje comienza ahora.
-Pero…. ¡Necesitarás mi ayuda! Piénsalo compadre, aunque inspirador, eres un flacucho. Permíteme acompañarte, no te molestaré. Seré tu humilde remolque y te llevaré la maleta. Lo único que pido a cambio es que mi nuevo novio venga con nosotros.
-No lo sé…se supone que es un viaje espiritual. Aunque cierto es que te quiero mucho y ya me he acostumbrado a ti a esta altura de la historia. Me daría bastante pena finiquitarte el contrato ahora ya que además, puedes ser un personaje con fuerza para la historia. En cuanto a tu maromo, por lo poco que sé, te ha estado dando la caña que necesitas. Oh mi Banano, si conmigo has de venir, te quiero bien satisfecho.
El señor cubano se acerca y escribe una nota en un
papel en la que se lee “Amor”. Ro, que es muy sensible a las buenas vibras,
decide aceptarlo en el grupo.
Salen a la calle y comienzan a caminar. La voz de
Guy aun retumba en la cabeza de Ro, repitiendo una y otra vez…
Constrúyete
a ti mismo, solo eres una de las ruedas de tu triciclo
*
Suena muy bonita la idea del viaje espiritual
pero… ¿Por dónde empezar? Por lo general, ante esta eterna pregunta, la mejor
respuesta es “empieza y punto”. Ro pensaba en los días venideros y los días
pasados. Miró a sus dos nuevos compañeros de viaje y sintió que todo ya había
cambiado un poco. En este caso, su viaje ya había comenzado incluso sin él ser
consciente del todo. Un poco más calmado, se preguntó en qué ciudad del mundo
se encontraba. La simple duda le hizo consciente de lo perdido que había estado
todo este tiempo. No le importaba, sabía que debía continuar hacia adelante y
que el destino por sí mismo se iría revelando.
-Chicos. ¿Os apetece tomar un helado? Me suena que
hay una heladería italiana especializada en helados de limón y de frutas. Nada
de helados de mierda de chocolate y diferentes bazofias cremosas.
Refrescantito…ya sabéis.
Mr. Banana y Mr. Amor parecieron bastante
entusiasmados. Dijeron que les daba igual el sabor, siempre y cuando pudieran
frotárselo por sus pechos peludos y relamerse los unos a los otros. Decidido,
el grupo comenzó a caminar.
Al poco llegaron a la heladería y se pusieron a
leer los diferentes sabores indecisos. Mr. Amor, que tenía un gran sentido del
buen Ro, cambió de semblante y puso una seria expresión. ¿No tendrían quizá sus
sabores favoritos?
Mr. Banana comenzó a acariciarle el paquete para
tranquilizarlo, aunque también sentía el ambiente como viciado. Ro, que se
decidió por el helado de mandarina, llamó a un pequeño timbre como los que se
usaban antes en los hoteles aunque nadie parecía darse por aludido.
Se miraban los unos a los otros un tanto perdidos, cuando escuchan un crujido y un gemido apagado desde la zona trasera de la tienda seguido por el maullido de un gato. Ro, aunque también inquieto, reconoce la extrañez de la situación como parte de su viaje y decide inspeccionar. Entreabre la puerta y ve la silueta a contraluz de un hombre de espaldas sentado en el suelo, concentrado el algo entre sus manos.
Se miraban los unos a los otros un tanto perdidos, cuando escuchan un crujido y un gemido apagado desde la zona trasera de la tienda seguido por el maullido de un gato. Ro, aunque también inquieto, reconoce la extrañez de la situación como parte de su viaje y decide inspeccionar. Entreabre la puerta y ve la silueta a contraluz de un hombre de espaldas sentado en el suelo, concentrado el algo entre sus manos.
-¿Hola?- Ro llama la atención sin querer sobresaltar
al extraño. Sin éxito. Se acerca un poco más titubeando. Mr. Banana y Mr. Amor
miraban desde la puerta curiosos. Ro se acerca un poco más.
El hombre, como un gato que escucha un sonido
extraño de repente, levanta la cabeza y se queda estático. Aun de espaldas, se
pone en pie con tranquilidad y se gira lentamente hacia sus invitados. A pesar
de no ser muy alto y ser bastante flaco, tenía aspecto de haber sido gimnasta o
similar. Tenía la cabeza rapada y un piercing en la nariz. A través de sus
gafas de pasta mira con cara de perturbado a Ro, asomándole una sonrisilla
colgada de su bigote de semi-vagabundo. Comenzó a caminar por la habitación muy
despacio, con la mirada fija en Ro y orbitándole como un satélite. Dos, tres,
cuatro vueltas. Ro comenzó a inquietarse y Mr. Amor le agarra fuerte la mano a
Mr. Banana. Cinco vueltas, seis vueltas, siete vueltas. Se paró en seco al
pasar al lado de los enamorados y sus ojos pasaron súbitamente de Ro a Mr.
Amor.
-Maricones aquí no.-
Mr. Banana salta - ¿Quién te crees que….? – Un salpicón de sangre en la cara le interrumpió. Con los ojos como platos presencia como el extraño retuerce el cuchillo en la yugular de su enamorado quien, mientras se derrumba en el suelo dando espasmos, le aprieta la mano con fuerza.
Mr. Banana salta - ¿Quién te crees que….? – Un salpicón de sangre en la cara le interrumpió. Con los ojos como platos presencia como el extraño retuerce el cuchillo en la yugular de su enamorado quien, mientras se derrumba en el suelo dando espasmos, le aprieta la mano con fuerza.
-Hijo de….- Mr. Banana intenta desenfundar su
pistola reglamentaria pero los nervios se la juegan y se le cae al suelo. Se
arrodilla a recuperarla y cuando la toca con los dedos, el extraño le pisa la
mano con fuerza. Chilla desesperado y al levantar la cabeza recibe el seco
impacto mortal de un tubo de hierro. Su
cuerpo se desploma inerte, aun de la mano de Mr. Amor.
-Maricones aquí no.-
El extraño se escurre un poco la sangre de las manos y mira a Ro, que se desmaya de ver tanta sangre.
El extraño se escurre un poco la sangre de las manos y mira a Ro, que se desmaya de ver tanta sangre.
Cuando Ro vuelve en sí, está sentado y atado en
una silla. Intenta reconocer donde está y le resulta imposible. Todas las
paredes y el suelo están forrados de bolsas de plástico, y en frente suyo un
único mueble: Una mesa de metal sobre la que están perfectamente dispuestos varios
útiles y herramientas. Junto a la mesa, en el suelo, un cubo lleno de agua. Se
abre la puerta y aparece el extraño, esta vez mucho más tranquilo y con un
delantal de cocina de topos y volantes con un bordado cutre que pone “SEVILLA”.
-Cómo puede ser que después de tanto, parece que
sigas sin reconocerme.-
Ro intenta hacer memoria pero le retumba el beat
de su ritmo cardiaco en el cerebro. Aun así, hay algo del individuo que le
resulta familiar. No cae.
-¿Sabes?- Contestó Ro. Me gustan mucho tus herramientas
y debo alagar tu gusto para las cortinas. Perdona que no me acuerde de tu cara,
no te encuentro especialmente guapo, aunque reconozco que hay algo en tu
tabique que me hace pensar en que eres un tipo duro. ¿Puedo jugar contigo?
Podríamos buscar gatitos y ver como son por dentro. Creo que aquí tienes todo
lo que necesitamos.
El hombre se sintió a priori un poco desconcertado con la tranquilidad y el buen rollo que Ro desprendía. De hecho, justamente tenía unas sobras de ayer de su sesión nocturna de gatitos. Mantuvo la compostura.
El hombre se sintió a priori un poco desconcertado con la tranquilidad y el buen rollo que Ro desprendía. De hecho, justamente tenía unas sobras de ayer de su sesión nocturna de gatitos. Mantuvo la compostura.
-Quién te has creído. Vienes a mi casa a
restregarme a tus nuevos por la cara. ¿Y ahora quieres jugar? ¿Qué te parece si
juego yo solo a descubrir que es lo que hay dentro tuyo? Voy a hacer que te
acuerdes de mí si es que hay una próxima vez.
Aunque el plan le sonaba un poco raro, a Ro no
acaba de parecerle mal. Desde hacía no mucho, había comenzado a agarrarle el
gustillo al morbo de la violencia…y lo de ser el sujeto que la sufre era algo
nuevo.
-Como veas.- Contesta.
-Comencemos pues.- El hombre se acerca a la mesa y
abre una pequeña cajita de la que extrae media cáscara de coco seca. –Si no te
importa…voy a hacerme un porrito para concentrarme.-
Al ver al hombre grindando y colocando la mezcla de hierba y tabaco en el papelillo,
hubo algo que hizo click en Ro. El
hombre se enciende el canuto y ansioso como un loco, pega dos caladas tan
largas que consumieron tres cuartos del joe.
Ro lo vio claro.
-¡Hostia…Luas! ¡Eres tú! ¿Qué pasa loco?
-¡Al fin coño! Mira que tienes mala memoria.- Sin darse cuenta y perdiendo su cara de malote, se ablandó un poco.
-Va, déjame jugar contigo. Además, tenemos mucho de lo que hablar. Eres el primer contacto que tengo con mi vida pasada desde….desde que…
-Desde que se acabó la serie. Lo sé. Fue un gran golpe para todos, un golpe que nos reventó a patadas a nivel emocional. Perdona lo de atarte y tal… Ya sabes cómo me pongo a veces.
Mientras le desata, Ro siente un eco en su interior. Se reconoce en Luas y reconoce a Luas reconociéndose en él. Se miran a los ojos y aunque se sienten muy conectados, ambos perciben un extraño vacío. Hay algo faltante en su espontánea unidad.
-¡Al fin coño! Mira que tienes mala memoria.- Sin darse cuenta y perdiendo su cara de malote, se ablandó un poco.
-Va, déjame jugar contigo. Además, tenemos mucho de lo que hablar. Eres el primer contacto que tengo con mi vida pasada desde….desde que…
-Desde que se acabó la serie. Lo sé. Fue un gran golpe para todos, un golpe que nos reventó a patadas a nivel emocional. Perdona lo de atarte y tal… Ya sabes cómo me pongo a veces.
Mientras le desata, Ro siente un eco en su interior. Se reconoce en Luas y reconoce a Luas reconociéndose en él. Se miran a los ojos y aunque se sienten muy conectados, ambos perciben un extraño vacío. Hay algo faltante en su espontánea unidad.
-Desde que se acabó la serie no he sido el mismo.
– Dice Luas. –Tú me conoces y sabes que en el fondo soy bueno, aunque necesito
un ancla, un guion que me mantenga cuerdo. Lo último que recuerdo es una gran
explosión y luego…nada. Desde que me he despertado he pataleado y destrozado
todo lo que me he encontrado en mi camino. He comido pajaritos, niños y viejas.
He jodido, a la vez, culos, tangas y pies. ¡Me cago en diez!
-A mí me ocurre algo parecido. No recuerdo ninguna explosión, tan solo despertarme desorientado. Al poco, me alisté en la policía y luego intenté sacarme un curso quiropráctico. No conseguí terminarlo, porque tuve la necesidad de emprender mi viaje. Tenía dos colegas… aunque no se bien dónde andan. Contigo me siento más completo y creo que tiene mucho sentido en esta aventura. Entonces… ¿le damos a los gatitos?
-A mí me ocurre algo parecido. No recuerdo ninguna explosión, tan solo despertarme desorientado. Al poco, me alisté en la policía y luego intenté sacarme un curso quiropráctico. No conseguí terminarlo, porque tuve la necesidad de emprender mi viaje. Tenía dos colegas… aunque no se bien dónde andan. Contigo me siento más completo y creo que tiene mucho sentido en esta aventura. Entonces… ¿le damos a los gatitos?
Luas asintió con una sonrisa y trajo tres persas
moribundos y un siamés muerto a medio descomponer. - Esto es lo que queda.-
Es suficiente. Las siguientes horas las pasan
extasiados con los maulliditos y los chilliditos de dolor de las pobres
criaturas. Luas y Ro brindan por su amistad y por el dolor de los inocentes. Terminaron
la velada durmiendo juntitos en uno de los varios charcos de sangre.
Al día siguiente al despertarse, sienten además de
una gran sensación de camaradería, un agudo sentimiento de culpa. Ro comenzó a
llorar.
-Tío…tenemos que dejar de hacer estas cosas.
-No te preocupes…Esta sensación chunga de haber hecho algo malo es solo la resaca. En un rato estarás mejor. Quizá la mejor idea será empalmar ya directo para esta noche. Desde que cortas unas patitas ya se te pasa el mal rollo.
Ro no parece muy convencido y se pone de pie. Se siente realmente mal y vomita encima de Luas.
-Tío…tenemos que dejar de hacer estas cosas.
-No te preocupes…Esta sensación chunga de haber hecho algo malo es solo la resaca. En un rato estarás mejor. Quizá la mejor idea será empalmar ya directo para esta noche. Desde que cortas unas patitas ya se te pasa el mal rollo.
Ro no parece muy convencido y se pone de pie. Se siente realmente mal y vomita encima de Luas.
-Pero…. ¿qué coño? ¿Era esto realmente necesario?
-No lo creo. Pero me da igual, así ha ocurrido. Estas enfermo compadre. Deberías tranquilizarte un poco y hacer algo bueno por alguien.
-Como… ¿matar por dinero?
-Bueno. Supongo que es mejor que matar por gusto. Escucha, necesito movimiento y aire fresco. Recuerda que estoy de viaje.
-Entonces… ¿Te vas?
-Entonces, nos vamos- Afirma Ro con mirada amistosa. –No te preocupes, el recorrido es largo, así que seguro que encontraras algo a lo que hacerle daño de vez en cuando.
-No lo creo. Pero me da igual, así ha ocurrido. Estas enfermo compadre. Deberías tranquilizarte un poco y hacer algo bueno por alguien.
-Como… ¿matar por dinero?
-Bueno. Supongo que es mejor que matar por gusto. Escucha, necesito movimiento y aire fresco. Recuerda que estoy de viaje.
-Entonces… ¿Te vas?
-Entonces, nos vamos- Afirma Ro con mirada amistosa. –No te preocupes, el recorrido es largo, así que seguro que encontraras algo a lo que hacerle daño de vez en cuando.
Emocionados, los dos amigos se abrazan y preparan
sus maletas. Al salir, para hacerle la gracia a Luas, Ro le pega una patada en
la cabeza al cadáver de Mr. Banana, lo cual les hace partirse de risa. Ya en el
exterior, avanzan a saltitos cogidos de la mano hacia algún lugar.
Todo va muy bien durante los primeros cinco
minutos de caminata, pero de nuevo Luas comienza a ponerse nervioso.
-Lo sé- se anticipa Ro. Necesitamos drogas.
-Lo sé- se anticipa Ro. Necesitamos drogas.
Luas se pone en la mitad de la calle a esperar. Al
momento aparece un coche con una familia dentro que se para en frente suyo. El
padre asoma la cabeza por la ventana y toca la bocina. Luas se acerca y de se
sube de un salto al capó del coche. Destroza la luna delantera de un pisotón y
agarra a la madre de los pelos. La saca fuera del coche al tiempo que le
revienta la cara de un martillazo y antes de que caiga al suelo ya le ha pegado
un tiro al padre y a la criatura del asiento de bebe. Se baja del capó y abre
la puerta trasera y saca del coche al niño estirándole de un pie. Lo levanta
cogiéndole por la camiseta y se lo pone a la altura de sus ojos.
-Escúchame bien. Te voy a hacer una pregunta y…
¡Deja de patalear! Te voy a hacer una pregunta y me vas a contestar a la
primera, sin mierdas, ¿entendido?
El niño está en estado de shock, deshecho en
lágrimas. Luas le agarra de la cabeza y le hace asentir.
-¿Dónde… está… el camello más cercano?
A duras penas, el niño contesta.
–La mejor mierda la encontrareis en el Ser Uno, la ciudad sincrónica.
-¿Dónde… está… el camello más cercano?
A duras penas, el niño contesta.
–La mejor mierda la encontrareis en el Ser Uno, la ciudad sincrónica.
Luas lo suelta y de una patada en el culo lo manda
a correr. No llega a dar ni cinco zancadas que ya le ha pegado un tiro por la
espalda. Mira a Ro con una sonrisilla tonta de satisfacción.
-¡Bueno, me parece que ya tenemos ruta!
-¡Que buena! Sabía que ibas a resultarme de utilidad. Ahora solo hay que llegar a Ser Uno. ¡Mira! Qué casualidad, allí hay un cartel.-
-¡Que buena! Sabía que ibas a resultarme de utilidad. Ahora solo hay que llegar a Ser Uno. ¡Mira! Qué casualidad, allí hay un cartel.-
Se acercan y lo inspeccionan. Ser Uno está a 3+2=5
kilómetros de distancia y su único acceso es a través de un puente energético
que tan solo se ilumina en luna llena. Parece ser que los planetas están
alineados, dado que al mirar al cielo comprueban que efectivamente, están en ese momento del mes. El cartel tiene una
flecha hacia adelante.
Entre que no era muy lejos y que el mono les guía,
apenas tardan en recorrer la distancia. El camino muere en un acantilado y hay
tan solo hay un cartel triangular que apunta hacia el cielo. Nuestros héroes
siguen las instrucciones y miran hacia arriba. Devuelven la mirada al frente
para ver un ligero puente de Luz a través del Espacio. Se miran y asienten con
la cabeza. La estructura estelar por la que caminan soporta su peso sin que
ellos sientan la reacción de fuerzas sobre sus pies. Caminan y caminan hasta
que pierden la noción de Donde o Cuando están. Entonces miran hacia atrás y
junto con sus vidas anteriores, el camino y el acantilado han desaparecido. Se
sienten aliviados, clarificados, interiormente iluminados.
Cuando su comunión energética llega a su fin, ante
sus ojos se materializa un camino que se divide en tres, para pasar por tres
puertas abiertas, tras las que se ve claramente
que los caminos vuelven a unirse para pasar por portal dorado. Con el
alma ya pura avanzan y cruzan dos de ellas y esquivan entran por el portal que
desaparece al momento. Luas y Ro vuelven a sentir esa extraña sensación de
vacío. Frente a sus ojos un horizonte en el infinito del que poco a poco avanza
en su ascenso una gran Luna llena. En su amanecer, su luz plateada va
desvelando los volúmenes y las personas que se encuentran alrededor de ellos.
Están en la mitad de una calle principal que avanza recto hasta un castillo
esférico. Las casas y los habitantes estaban exactamente repetidos a ambos
lados, siendo la calle un perfecto eje de simetría. Avanzan por la calle en la
que había diferentes tiendas con carteles. Algunos de ellos eran códigos
indescifrables, y en otros se distinguen servicios como ´Meditaciones por el
Nuevo Tiempo´, ´Calcula tu Kin en 1 minuto´ o clases de ´Yoga sincrogaláctico´.
Algo confundidos, llegan al castillo. En la esfera se percibe pequeña obertura
con una pequeña inscripción en la que se lee: Tiempo x Energía = Arte.
Se interponen dos guardias con emblemas arcoíris.
-Por norma de la Historia del Tiempo y en orden de preservar el equilibro en la Cultura Intergaláctica de la civilización Cósmica, debéis probar que habéis concluido el Ciclo de la Sabiduría de 520 días. Decidme, ¿Cuál es vuestro Kin?
-Por norma de la Historia del Tiempo y en orden de preservar el equilibro en la Cultura Intergaláctica de la civilización Cósmica, debéis probar que habéis concluido el Ciclo de la Sabiduría de 520 días. Decidme, ¿Cuál es vuestro Kin?
Ro se queda empanado y a Luas ya le están apurando
los nervios.
-Perdona…- replica Ro- Nosotros solo venimos buscando algo de hierba. Ya sabéis… algo de fumar. Buscamos la meditación de la Tierra Eterna, estamos haciendo el recorrido del Guerrero por El Cubo de La Ley. Estamos preparados para entender los gráficos de la Ley y el Tiempo.
-Perdona…- replica Ro- Nosotros solo venimos buscando algo de hierba. Ya sabéis… algo de fumar. Buscamos la meditación de la Tierra Eterna, estamos haciendo el recorrido del Guerrero por El Cubo de La Ley. Estamos preparados para entender los gráficos de la Ley y el Tiempo.
Los guardias, como buenos Perros Lunares Blancos
que son, se desvanecen sin mediar palabra, dando a entender que la prueba ha
sido superada. Luas y Ro continúan hacia adelante, quizá la única opción
posible.
Les interrumpe un haz de polvo estelar que
lentamente se materializa en un individuo muy alto con cara de equilibrio. Ro se
presenta:
-Mi nombre es Ro,
Yo Polarizo con el fin de Amar
Estabilizando la Lealtad
Sello el Proceso del Corazón
Con el tono Lunar del Desafío.
El alma que me acompaña
es un Mago de la Tierra
Me guía El Poder del Espíritu
Soy un Portal de Activación Galáctica,
entra en mí.
Yo Polarizo con el fin de Amar
Estabilizando la Lealtad
Sello el Proceso del Corazón
Con el tono Lunar del Desafío.
El alma que me acompaña
es un Mago de la Tierra
Me guía El Poder del Espíritu
Soy un Portal de Activación Galáctica,
entra en mí.
Luas asiente con la cabeza y continúa:
-Mi ser se delimita por el nombre de Luas,
me llaman Luas o Luandro
me Cago en el Ser de vuestras Puta Madres.
Mi Kin es el seis seis seis. Te voy a matar.
me llaman Luas o Luandro
me Cago en el Ser de vuestras Puta Madres.
Mi Kin es el seis seis seis. Te voy a matar.
El hombre se coloca el flequillo y responde:
-Luas y Ro. Yo os saludo.
Mi nombre es El Borja.
El Perro comparte el amor universalmente
como la acumulación del mérito,
a la vez para sí mismo y
para todos los seres.
Asimismo sea con la droja.
Dicho y hecho. El Borja levanto los brazos y cayeron del cielo, ligeros y flotantes como plumas, tres canutos de papel largo.
-La vida es una sinfonía – continúa- y la acción de cada persona en su vida es tocar su sinfonía particular en la música. A medida que escucháis estas palabras estáis al mismo tiempo recibiendo y transmitiendo vibraciones. Hoy entramos en la Onda Encantada de la Tormenta de la Auto-Generación con una Nueva Luna y un eclipse de Sol total. Es un momento muy poderoso. Prestad atención. Tengo una nueva Sensación de vacío. Algo que no he sentido desde tiempos infinitos. Algo me dice que con vosotros está mi destino. Debo volver a la tierra, a ese mundo de Caos e Imperfección. Allí donde las personas resbalan con cáscaras de plátano y los huevos huelen a champú. Algo me dice que debemos bajar a partir la madre. Estamos aquí para ayudar a evolucionar a nuestro sistema solar a través de elevar la vibración. Así que, no tenemos tiempo que perder.
-Luas y Ro. Yo os saludo.
Mi nombre es El Borja.
El Perro comparte el amor universalmente
como la acumulación del mérito,
a la vez para sí mismo y
para todos los seres.
Asimismo sea con la droja.
Dicho y hecho. El Borja levanto los brazos y cayeron del cielo, ligeros y flotantes como plumas, tres canutos de papel largo.
-La vida es una sinfonía – continúa- y la acción de cada persona en su vida es tocar su sinfonía particular en la música. A medida que escucháis estas palabras estáis al mismo tiempo recibiendo y transmitiendo vibraciones. Hoy entramos en la Onda Encantada de la Tormenta de la Auto-Generación con una Nueva Luna y un eclipse de Sol total. Es un momento muy poderoso. Prestad atención. Tengo una nueva Sensación de vacío. Algo que no he sentido desde tiempos infinitos. Algo me dice que con vosotros está mi destino. Debo volver a la tierra, a ese mundo de Caos e Imperfección. Allí donde las personas resbalan con cáscaras de plátano y los huevos huelen a champú. Algo me dice que debemos bajar a partir la madre. Estamos aquí para ayudar a evolucionar a nuestro sistema solar a través de elevar la vibración. Así que, no tenemos tiempo que perder.
Luas no lo soporta más y se le lanza al cuello.
Mientras le zurra, Ro le paraliza con un rayo de paz lanzado por los ojos y
dice:
-Relájate primo. Quizá El Borja tenga razón. El
Calendario de Trece Lunas es la norma de medición de tiempo más exacta que ha
utilizado la humanidad. Se basa en los ciclos naturales del Sol, la Tierra, la
Luna y la Galaxia. Los meses se llaman Lunas y duran 28 días, con cuatro
semanas perfectas de 7 días cada una. En un año hay 13 Lunas de 28 días y 52
semanas. El último día del año es libre y se llama Día Fuera del Tiempo que
corresponde al “Festival Anual de Paz a través de la Cultura”. Ya sabes, 13 x
28= 364 + 1 día libre.
Luas y El Borja se separan al instante y hacen las
paces con un abrazo. Los tres, flotando en el aire, dan vueltas en círculo
cogiéndose de las manos y sienten sus energías confluir en el centro. Son tres
pero se sienten Uno. Como un molinillo giratorio, comienzan a ascender
sonrientes y contentos. Ro, a pesar de esta nueva sensación de plenitud
psicofísica, reconoce que falta algo y vomita sobre El Borja
Poco a poco se van alejando del Castillo Esférico
y se aproximan al astro lunar con el que en una transición atemporal, se hacen
Uno.
*
Ro se despierta el primero en una habitación de Airbnb.
Es una extraña casa estilo american dream
con jardín y perro incluido, por algún motivo la televisión está encendida.
Descubre a sus compañeros desnudos
durmiendo en el sofá-cama y se dirige a la cocina sin hacer ruido. Hace un día
de sol fantástico ahí fuera y la cocina está especialmente iluminada. Se
dispone a preparar el desayuno. Ensimismado, piensa.
-Hacia
donde se estará dirigiendo mi viaje. Comencé vacío pero ahora me siento
completo. A que vendrá esta fuerte sensación que me abarca cuando me acerco a
Luas o a El Borja. No creo atienda a razones. Será algo trivial y estúpido como
lo puede ser cualquier cosa.
Siento
que avanzo a grandes pasos por el camino pero mi subconsciente sigue
confundido. De alguna forma, he llegado al final, pero solo para descubrir otro
principio ante mis ojos. Siguen las dudas, siguen los Problemas.
Desde
que comenzó la serie no hemos parado de ser unos viciosos pervertidos, pero
éramos “algo” al menos. Al acabarse nos desembocó a todos en un rio de
desconcierto en el que nuestras personalidades fluyen a la deriva sin timón. Si
algo le daba carácter a la serie era precisamente esa comunión. Orbitábamos
sobre algo, como barcos a la deriva, sin timón pero con un ancla común.
¿Será
ese el siguiente paso en mi viaje? Debo reconocer que sufro de un gran
trastorno de personalidad múltiple. Quizá es algo que le ocurre a todo el
mundo. ¿Sería quizá la serie lo único que logra estabilizarme? El viaje supuso
un nuevo inicio, una nueva búsqueda en la que supuestamente hallar la paz.
Aunque mucho he aprendido, de Paz nada. O quizá un poco durante nuestra breve
estancia en Ser Uno.
Otra
cosa que saco en claro, es que Luas es la fuente de todos los problemas, y que
El Borja es extrañamente astral. Ahora estábamos juntos pero, aun así,
seguíamos orbitando.
¿Cuántas
cucharadillas de azúcar querrá Luas? ¿Preferirá comerse al perro? ¿Comerá jamón
york El Borja? ¿Habré sincronizado bien sus tostadas?
Cuando termina de preparar todos los platos con
sus toques de buena presentación, los coloca sobre la bandeja y entra en el
cuarto.
Una gran mala vibra le recorre el cuerpo y del
estremecimiento se le caen los platos al suelo. Luas tiene agarrado a El Borja
por el cuello y le intenta pinchar un ojo mientras gime de dolor por el dolor
que le produje su oponente al masticarle un huevo. Ro intenta separarlos, pero la
rabia les guía y no atienden a razones. El Borja le tira una piedra a Ro en la
cabeza, que se cabrea y de un empujón, tira a Luas por la ventana. Éste, desde
fuera, termina de romper los cristales a puñetazos y salta hacia dentro con
mucho estilo pero poca suerte. Se al aterrizar, pisa un cojín y se resbala,
fisurándose la pelvis y partiéndose la muñeca. Maldice y condena a gritos como
un perro rabioso enfurecido. El Borja le acusa de todos los males de la
humanidad y Ro les azota el culo a ambos con los platos rotos del desayuno.
Se cansan de pelearse, porque es muy estúpido y
porque les duele mucho, y se insultan mutuamente. Luas estaba en su salsa y El
Borja estaba perdiendo el norte. Ro comienza a debilitarse a consecuencia de
los bajos niveles de buenRo e intenta escapar de la habitación.
…blablablá…
bleblabla ble, blublablela blel
bsbroscque se identificado como Javichulo. Ha sido hallado en la madrugada de
ayer en una cuneta. Según informes policiales, se hallaba en un profundo estado de ebriedad de la que él
culpaba a sus amigos, e iba tan loco que los agentes de seguridad han tenido
que esposarle y ponerle una mordaza de perro.
Escuchar el nombre de Javichulo les hizo olvidar
la discusión al instante y se acercaron a la televisión atentos. La
presentadora de las noticias hablaba en
off sobre las imágenes del momento de la detención. Mientras lo metían en
el coche consigue zafarse por un instante y se cae de boca al suelo. Totalmente
ido, balbuceaba una y otra vez: “Me caso, Eve…Linda….me caso, Polandia, me
caso, Linda, Polandia.”
A Luas se le encoje el corazón.
-Javichulo está en Polandia y… ¿Quién es Evelinda? ¿Se habrían finalmente acabado sus problemas con las mujeres? Eso no puede ser, simplemente, no es posible, es impensable.
-Javichulo está en Polandia y… ¿Quién es Evelinda? ¿Se habrían finalmente acabado sus problemas con las mujeres? Eso no puede ser, simplemente, no es posible, es impensable.
Ninguno de los tres había pensado en Javichulo
desde la gran cancelación, pero ahora lo recordaban con claridad. Especialmente
Luas, debido a la intensa cantidad de emociones sexuales que había
intercambiado con él.
Borjamari mira a Ro a los ojos y le dice:
-Sabes tío. Tenemos que encontrar a Javichulo. La
boda es en media hora. No me preguntes porqué, pero es así. No necesitas saber
cómo lo he calculado. Pero confía en mí, lo siento como una señal, necesitamos
alinearnos con él.
-Yo lo veo claro. – Confirma Ro - A mí me vale
cualquier día. Creo que he encontrado mi ancla.
Con un nuevo objetivo común, hicieron las paces,
se pusieron las gafitas de sol y fueron pateando en cholas hacia el aeropuerto.
Al llegar, les esperaba el jet privado que habían pillado por Uber. A los 15
minutos aterrizaba en el parking del salón de eventos en el que la boda iba a celebrarse.
Saltan de jet y se ponen las corbatas. Entran en
el recinto con tanta decisión que ni les piden la invitación. Se escucha una
voz femenina cantando. Quedan 3 minutos para la unión. Entran en la sala conciertos
y se quedan paralizados.
La voz de Estrella rellenaba el espacio con una
calidez indescriptible. Sus arreglos tonales atravesaban el lugar a vuelo bajo,
impresionando a todos los invitados.
El Borja llama a la atención de Luas y señala
frenéticamente en todas direcciones.
Estaban todos allí. Miki que iba como un pincel,
Luis Ruis con su pajita, Chensio y Toni bebiendo cubatas, Laura guapísima que
se había convertido en toda una mujer, Lucky Boy saludaba y allí en el lado más
oscuro, el Diablo de trapicheos con el Nigrojaque. El Titan número uno se movía
con mucho flow y los demás se pasaban
Pokemons con sus gameboys. En primera fila y totalmente absortos por el canto
de la musa estelar, Ahmed y Calatrava de Murcia pegaban tiros al aire por la
excitación. El aforo estaba completo, hasta los muertos habían venido,
incluidos miles de extras y nuestros queridos Mr. Banana y Mr. Amor.
Quedaba tan solo un minuto para el gran momento.
Estrella cesa su canto y saluda a todos los invitados. Mira hacia Luas y lo
hipnotiza con la ternura de su mirada.
-Habéis venido- Dice con suavidad. Todos los
invitados miran ahora a los tres. Tensión de glúteos en el ambiente y un
silenció incómodo. El cura sube al escenario, le da las gracias a Estrella y se
coloca el micrófono.
La banda comienza a tocar la marcha nupcial y
Javichulo en persona entra caminando vestido de frac. Los invitados chillan
como fans adolescentes ante la radiante chulería que desprende el novio. Camina
hacia el cura sin decir nada, con el pecho levantado y la mirada erguida. Mira
hacia el público y se produce el más puro silencio. Su mirada se postra en la
de Luas y una lágrima recorre su bella mejilla. Su corazón palpita con fuerza.
A través de la mirada recordaron de un flashazo todos sus momentos íntimos,
desde el primer al último encuentro, desde las sesiones más duras hasta las
caricias más suaves.
Luas, movido por un incontrolable impulso
hormonal, camina hacia él pisando a los invitados como si fueran una masa
general de peña que le importaba una mierda.
Llega al escenario y le acaricia la cara a
Javichulo. Con ojitos de enamorado, se declara:
-Te amo demasiado, quizá olvidarlo fue un placer,
pero ya es cosa del pasado.
-Oh Luas… te he echado tanto de menos…
-Oh Luas… te he echado tanto de menos…
Evelinda entra en la sala y camina hacia ellos con
paso decidido.
-No te preocupes por Javichulo. Aunque sé que tu amor hacia mí es sincero, soy consciente de que hay algo más fuerte entre vosotros. Nunca me has amado como sé que le amas a él, ni jamás he visto mayor pasión en tus ojos que al escuchar mencionar su nombre.
-Oh Evelinda... no puedo decir que no sea verdad. Me comprendes tan bien.
-No te preocupes por Javichulo. Aunque sé que tu amor hacia mí es sincero, soy consciente de que hay algo más fuerte entre vosotros. Nunca me has amado como sé que le amas a él, ni jamás he visto mayor pasión en tus ojos que al escuchar mencionar su nombre.
-Oh Evelinda... no puedo decir que no sea verdad. Me comprendes tan bien.
Javichulo mira al público, empuña el micro y grita.
-¡Lo amo!
-¡Lo amo!
El público se desborda. Miki trae un barril con
más de dos botellas de Ron Negrita por cabeza. Suena la música y Estrella
reaparece en escena. Todos bailan en círculo y hacen el trenecito. El ambiente
se calienta. Al acabar Estrella su número, se apagaron las luces y se escuchan
unos beats del ghetto. Disparando
letras desde sus bocas mientras saltan por el escenario, los Raperos del Bronx
reparten rimas duras en ritmos locos. Tras horas de tener a la gente bailando.
Tocan una lenta. Con sus cuerpos sudorosos, la sangre saturada de alcohol y el
índice de buenRo rompiendo records. Se entregan a la gran orgía universal.
Ro se aleja un momento del círculo. Observa el panorama y distingue a El Borja que sin dejar de dar caña, deja leer en sus labios: “tres”.
Ro se aleja un momento del círculo. Observa el panorama y distingue a El Borja que sin dejar de dar caña, deja leer en sus labios: “tres”.
Ro lo ve claro, saca su móvil del bolsillo y
sintiéndose realizado marca el único número guardado en la agenda del teléfono.
-Buenos días, departamento de escritores para el entretenimiento televisivo.
-Buenos días. Soy Ro. Me gustaría hablar con el señor Jones.
-El señor Jones no recibe llamadas sin cita previa. Puedo solicitar…oh, espere, ¿ha dicho usted Ro? Disculpe señor. Tengo órdenes directas del señor Jones de pasarle la llamada inmediatamente.
-Buenos días, departamento de escritores para el entretenimiento televisivo.
-Buenos días. Soy Ro. Me gustaría hablar con el señor Jones.
-El señor Jones no recibe llamadas sin cita previa. Puedo solicitar…oh, espere, ¿ha dicho usted Ro? Disculpe señor. Tengo órdenes directas del señor Jones de pasarle la llamada inmediatamente.
-Buenos días.
-Buenos días. Con Jose Jones?
-El mismo.
-El destino del viaje es la respuesta a una pregunta sencilla.
-Dime pues. ¿Quién somos?
-…
-…
-Somos cambio.
-Buenos días. Con Jose Jones?
-El mismo.
-El destino del viaje es la respuesta a una pregunta sencilla.
-Dime pues. ¿Quién somos?
-…
-…
-Somos cambio.
Jose Jones cuelga el teléfono desde su una oficina
del edificio central de la capital de Oceanía.
Tenía la extraña sensación de haberse pegado una buena juerga. Soñó haber muerto y se despertó resurrecto.
Entre las manos tiene el documento de finalización del contrato de Luas y sus
Problemas.
Sonríe y mientras rompe los papeles, susurra para sí mismo:
Sonríe y mientras rompe los papeles, susurra para sí mismo:
-No se acabó.
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